Es necesario un nuevo enfoque radical para dar respuesta a los riesgos planetarios
MEXICO CITY, MEXICO, September 17, 2024 /EINPresswire.com/ -- Un nuevo e importante informe de ASRA, Accelerator for Systemic Risk Assessment, presenta una guía audaz para reforzar nuestra capacidad de entender y abordar los riesgos sistémicos, acciones críticas necesarias para garantizar un futuro más seguro y resiliente para las personas, el planeta y todas las especies vivas y los ecosistemas. El informe «Facing Global Risks with Honest Hope» (Enfrentarse a los riesgos globales con una esperanza honesta), elaborado conjuntamente por una red mundial de más de 50 personas expertas en riesgos de diferentes disciplinas, subraya la urgente necesidad de un cambio radical en nuestra forma de evaluar y responder a los riesgos.
Desde la inacción climática y la pérdida de biodiversidad hasta los conflictos mundiales y la proliferación incontrolada de la IA y la desinformación, los riesgos complejos e interconectados proliferan cada vez a un ritmo más rápido. Amenazan con causar daños irreversibles y tienen repercusiones en cadena, como los efectos nocivos del calor extremo en la salud humana, los sistemas alimentarios y las infraestructuras, entre otros. Sin embargo, las instancias decisorias siguen estando mal equipadas para responder, con herramientas anticuadas que no están a la altura de la escala y la urgencia de este momento de «policrisis».
Aunque señalan avances positivos en la gestión de riesgos, los autores y las autoras sostienen que el planteamiento dominante de la evaluación de riesgos sigue siendo fragmentario y aislado: carece de coordinación intersectorial y de gobernanza integrada, y se centra exclusivamente en daños concretos. A causa de esta incapacidad para abordar las interdependencias críticas, cada vez somos más vulnerables a los choques repentinos que se propagan en cadena a través de los sistemas, como ocurrió con la COVID-19 y la crisis financiera de 2008.
Publicado antes de la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas, el informe de ASRA expone cómo abordar de forma eficaz las carencias críticas en materia de capacidades y competencias, para establecer las condiciones para un futuro saludable, resiliente y justo para todas las personas. Las recomendaciones incluyen:
● Una reforma de la gobernanza que implique el nombramiento de responsables de riesgos sistémicos a escala nacional y subnacional, así como una persona responsable de riesgos sistémicos globales a nivel de la ONU para coordinarse con los Estados miembros y otros agentes no estatales y garantizar que los marcos globales críticos aborden los riesgos sistémicos.
● Las instituciones financieras deben integrar evaluaciones de riesgos sistémicos en sus prácticas de inversión, préstamo y contratación, para visibilizar todos los costes y consecuencias de sus actividades sobre las personas, la naturaleza y el planeta.
● Quienes poseen los datos, incluidos los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, deben invertir en la recopilación de nuevos datos, abordar de forma proactiva los puntos ciegos y los sesgos de los datos, especialmente en relación con las comunidades indígenas y locales, y compartir públicamente esos datos y conocimientos.
● La comunidad investigadora, educativa y financiera debe centrarse en la investigación y la formación transdisciplinares para crear competencias y herramientas, y establecer nuevas colaboraciones, como iniciativas Norte-Sur y Este-Oeste, con el objetivo de fomentar la cooperación mundial en materia de riesgos sistémicos.
Un mensaje transversal del informe es que la justicia y la equidad deben ser el eje central de la gestión de riesgos, especialmente para los ecosistemas vulnerables, las comunidades y las generaciones futuras. Por ello, los autores y las autoras abogan también por una participación integradora a través de asambleas ciudadanas, junto con formación y educación para hacer frente a los factores de riesgo sistémico, y al mismo tiempo capacitar a la ciudadanía para afrontar mejor las catástrofes y crear sociedades más justas y resilientes.
Declaraciones de Ruth Richardson, directora ejecutiva de ASRA: «Este informe es un hito crucial para avanzar en el debate sobre la gestión de los riesgos mundiales y ofrece una hoja de ruta clara para iniciar el cambio. Mientras los líderes mundiales se reúnen para la asamblea general de la ONU y la Semana del Clima de Nueva York, es esencial examinar con una mirada crítica lo que funciona y lo que no en nuestros enfoques actuales de la gestión de riesgos y explorar estrategias nuevas y multidimensionales. Para ello, lo primero es abordar las deficiencias de las herramientas, los métodos y la infraestructura en los que confiamos y replantearnos profundamente cómo percibimos el riesgo. Cambiar nuestra percepción de quién y qué está en riesgo –y cómo respondemos a ello– no es solo un reto; es la mayor oportunidad de nuestro tiempo.»
Declaraciones de Elizabeth Cousens, directora general de la Fundación de las Naciones Unidas: «Vivimos en un mundo interconectado en el que las crisis complejas y superpuestas son nuestra nueva realidad. Este informe es una contribución oportuna y esencial a los esfuerzos de la ONU, los Estados miembros, el sector privado y toda la sociedad civil para proteger las comunidades y lugares de todo el mundo de las crecientes amenazas, como el cambio climático o los conflictos. Demuestra cómo podemos hacer frente a las complejidades actuales al tiempo que nos comprometemos con una acción global e integradora.»
Mientras los y las líderes mundiales miran hacia futuros hitos políticos vitales en 2024, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP16) y la cumbre mundial anual sobre el clima (COP29), ASRA urge a las instancias decisorias a aprovechar la oportunidad para replantearse radicalmente el riesgo, de modo que cada acción se adopte teniendo en cuenta todo el sistema.
Declaraciones de Ajay Gambhir, director de Evaluación de los Riesgos Sistémicos de ASRA: «Se ha hecho dolorosamente evidente que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros retos a escala planetaria están interactuando entre sí y con factores de estrés sociales, económicos y tecnológicos, para provocar crisis y generar riesgos complejos y multidimensionales. En este mundo de policrisis, la pericia transdisciplinar y las estrategias de gestión de riesgos van a ser esenciales. Este informe analiza cómo establecer estas habilidades y prácticas lo antes posible.»
FIN
James Montague
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